5 destinos ecoturísticos en la Sierra Gorda de Querétaro.
- Foto: Marcos FerroLa Sierra Gorda y sus monumentos históricos son Patrimonio de la Humanidad.
Por: Marcos Ferro
En un maravilloso territorio, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, nos dimos a la tarea de elegir los cinco mejores escenarios para practicar actividades de aventura.
¿Atrévete a conocerlos?
1. Campamento Ecoturístico El Jabali
De todos, éste quizá sea el destino que más visitado por los amantes del ecoturismo en la Sierra Gorda de Querétaro.
Sobre todo por los grupos de motociclistas que, en los últimos años, han elegido los 30 km de largo y sinuoso camino de descenso hasta el campamento, ubicado a orillas del Río Extorax, como su preferido.
Aunque uno puede aventurarse por su cuenta en moto u otro vehículo 4x4, actualmente en San Joaquín se ofrece el descenso hasta El Jabalí en cuatrimotos.
Las inigualables vistas y la experiencia de pasar del bosque de niebla al semidesierto en unos pocos kilómetros es una muestra de la diversidad de la reserva.
Durante el camino se hacen algunas paradas para disfrutar del paisaje y comer algo, sin embargo es altamente recomendable guardar hambre para la llegada al campamento; René (un anfitrión del lugar) los recibirá con una suculenta y auténtica comida casera. Las cabañas están construidas al mejor estilo safari, por dentro tienen toda la comodidad que uno pudiera pedir (excepto wi-fi por supuesto, ¿quién querría checar su Facebook en este paraíso terrenal?).
En una amplia terraza de piso de madera disfrutarás del amanecer o de una noche repleta de estrellas.
La cereza de este pastel está en Bucareli. Antes o después de hacer check-in en El Jabalí, vale la pena recorrer unos pocos kilómetros en bicicleta hasta el ex convento de Bucarelli.
El camino serpentea y se pierde en el polvoriento horizonte, pasando junto a esta construcción que, a lo lejos, se parece a un enorme castillo medieval.
Fue fundado por los frailes franciscanos que llegaron hasta estas tierras para evangelizar a los indios jonaces y chichimecas, así como fugitivos de Tolimán y Vizarrón por ahí de 1776.
Al parecer, el convento nunca fue terminado.
En su derruida fachada se adivinan rasgos del estilo neoclásico. Hoy en día puede verse gran parte del templo, una capilla anexa con su cúpula y el claustro donde antaño se conservaba una valiosa biblioteca.
Además de su riqueza histórica, el lugar es un paraíso para fotografiar.
Vale la pena ir al atardecer y deleitarse haciendo fotos entre sus viejos muros, las enormes campanas aún colgadas de la fachada y su pintoresca capilla.
Actividades sugeridas
-Cuatrimotos del bosque de niebla al semidesierto
-Bicicleta de montaña hasta la misión de Bucareli
-Bicicleta de montaña hasta la misión de Bucareli
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